Fue mi mejor amigo. Largas entrevistas celebramos, ya en el local de la F.A.E. (Manuel Silvela, 7 o Claudio Coello), ya en su modesta casa de la calle Alameda. Siempre salí animado de su conversación. Pero la santidad del Padre Poveda resplandecía en apoyar resueltamente toda obra de Dios especialmente educativa, partiera de quien partiera la iniciativa"
Enrique Herrera Oria, S.J.