1913
Se traslada a Jaén donde continúa su actividad sacerdotal como canónigo de la catedral. Abre una nueva Academia, además de las que ya funcionaban en Oviedo y Linares. La dirección de la nueva academia la ofrece a la joven Josefa Segovia Morón (1891-1957), que había finalizado sus estudios en la Escuela Superior de Magisterio. Inicia la publicación del Boletín de las Academias. Participa en múltiples actividades de la diócesis y de la sociedad.