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Aproximación a la Antropología Pedagógica de Pedro Poveda

 

Por ÁNGELES GALINO CARRILLO.- Esta intervención se aproxima a la antropología pedagógica de Pedro Poveda con el deseo de ahondar en las relaciones entre sus concepciones educativas y el hombre o la mujer que en ellas se educan.

 

La cosa no es aséptica como podría parecer. A juzgar por los encuentros pedagógicos -dígase congresos-, por las publicaciones especializadas o no, los debates se centran en los contenidos, métodos, técnicas, organización y demás. Temas fundamentales de la pedagogía. Sin embargo, relativamente pocas veces aflora el sujeto que se forma, aquel al que los educadores podríamos y deberíamos decirle «Yo estoy aquí porque tú estás ahí».

 Pues bien, entre las cuestiones fundamentales que se plantean las diferentes antropologías pedagógicas, en una síntesis de síntesis merecen destacarse las dos siguientes:

  1. ¿Qué se deduce del modo humano de ser para entender la educación? Este interrogante pretende conocer y orientar la educación y su práctica desde la realidad esencial del hombre. Origina un tipo de discurso que no se aborda directamente en esta intervención.
  2. ¿Qué nos dice el hecho universal de la educación sobre la esencia del hombre? Esta pregunta quiere llegar al ser humano a partir de la educación. Ello revertirá, a su vez, necesariamente en la misma educación. Esto en general. En nuestro caso, ¿qué nos dice Poveda educador sobre el modo humano de ser y de vivir que subyace y, al mismo tiempo, inspira su pedagogía?

En función de esta pregunta, mi exposición interpreta determinados caracteres significativos de la propuesta educativa de Poveda, a saber: el sujeto de la educación desde el punto de vista de género, La centralidad del hecho educativo y las instituciones educadoras, para inferir de ellos la concepción de persona humana que los inspira y a la que tienden.

Echaré mano del texto escrito, de las acciones y de los testimonios orales, las tres avenidas que nos conducen al autor.

EL SUJETO DE LA EDUCACIÓN

«La educabilidad del alumno es el concepto fundamental de la pedagogía», había escrito Herbart. «De  la  educabilidad  evolutiva  se  encuentran  rasgos  en  los  animales  más  nobles –continúa- pero la educabilidad de la voluntad para la moralidad sólo la reconocemos para el hombre». A partir de las condiciones de educabilidad, el ser humano, que nace imperfecto pero pletórico de posibilidades, quedaba filosófica y científicamente consagrado como sujeto de la educación.

Cito a Herbart porque este autor -que en la segunda mitad del siglo pasado con el auge de las corrientes herbartianas que entonces se dieron había alcanzado gran preponderancia- es uno de los más apreciados de Poveda.

También don Pedro se cuenta entre los pensadores que conciben la educabilidad como categoría esencial del ser humano. No abundaré en el fondo de la cuestión, a saber, que la capacidad de educarse es exclusivamente propia del ser humano en cuanto tal, aserto que para su intuición de educador nato, tiene valor de axioma. Sí conviene, en cambio, esclarecer lo que, a su juicio, significa tomar la educación como categoría esencial del ser humano, desde el punto de vista de género.

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ÁNGELES GALINO CARRILLO 

Profesora emérita de la Universidad Complutense de Madrid.
En Atreverse a educar. Congreso de Pedagogía, Pedro Poveda educador. Vol. 2. Edit. Narcea. Madrid 1998